Fitness, freeletics, calistenia y afines


Nuevamente otro descubrimiento: tras años de ser un alfeñique pulsateclas he encontrado una (o varias) disciplinas para fortalecer mi cuerpo sin ir al gimnasio (actividad y ambiente que me resultan poco atractivos). Lástima que ya pasaron cerca de dos semanas de este contacto inicial y no logro reconstruir cómo fue que inicié mi jornada hacia la gimnasia callejera.

Hacer barras (levantar el cuerpo sostenido desde un caño a cierta altura, hasta lograr sobrepasar con la barbilla ese punto de apoyo que simultaneamente resulta inalcanzable) fue una pesadilla de mi primer año en la escuela secundaria. El profesor Alfonsini, en las clases de Educación Física en el parque Berduc, torturaba nuestras siestas, dos veces a la semana, con un circuito de ejercicios que ponía a prueba nuestra fuerza, aguante y capacidad de retención del almuerzo que habíamos terminado de ingerir media hora antes de empezar la clase. La secuencia creo que incluía tres barras y una "vuelta pajarito". Para ejecutar la vuelta había que llevar el mentón a la barra y desde esa posición tirar la cabeza atrás y las piernas hacia delante, y con ese impulso realizar una rotación completa con el cuerpo alrededor de la barra. Era tal la falta de fuerza que tuvimos que empezar el gimnasio con el Aguja Rubín para lograr tales hazañas. Por supuesto que nunca más volví a hacer este tipo de ejercicios cuando, culminado primer año, cambiamos de profesor.

La cuestión es que hace un par de semanas me encontré con este video (cómo llegué a él ya no lo recuerdo). Y fue un flash. Me fui inmediatamente al parque en busca de una barra y cuando encontré unos caños de donde colgarme hice la prueba. A pesar de estar en relativamente buena forma por la práctica de TaiChi y Pakua, no tuve fuerza suficiente para elevarme sin impulso.

Pasé por un gimnasio a preguntar el precio de la cuota mensual (ARS200, con el dolar 8 a 1 aprox son USD25), pero más que por la plata, tras ver un montón de videos en YouTube, me decidí a intentar la vía del fortalecimiento a través de ejercicios tradicionales, incluyendo las temidas barras en sus múltiples agarres. Este tipo de ejercicios ancestrales toma el nombre de calistenia; en vez de levantar pesas consiste en usar el peso del cuerpo como resistencia. Llamativamente, existe un auge mundial de esta disciplina, con grupos que la practican en muchos lugares del mundo, y que suben videos con tutoriales y demostraciones de habilidades que impresionan.

Al haber tanta diversidad de materiales (encontré montones de videos orientados a principiantes), se hace dificil armar una rutina personal, porque si bien hay algunos consejos que se repiten, también hay distintos modos de trabajar los mismos músculos, o distintas directivas en cuanto a número de repeticiones, tiempos de descanso, secuencias... de modo tal que no resulta tan fácil construir un plan de trabajo.

Por este motivo quizás opte por empezar con un programa de entrenamiento llamado Freeletics, también con ejercicios que podríamos llamar calisténicos (sólo un ejercicio requiere una barra, el resto son flexiones de brazos, abdominales, sentadillas y cosas por el estilo). Este sistema requiere un entrenamiento de 4 días a la semana que son muy intensos; yo creo que una persona sin entrenamiento previo puede colapsar si no se inicia gradualmente. Para conocer de qué se trata (y de paso pre-acondicionarse viendo los límites de cada uno) el sistema ofrece 5 semanas de un programa gratuito (no personalizado). Luego, está la opción de pagar 40 euros por un programa personalizado de 15 semanas que, según videos que lo testimonian en YouTube y comentarios en sitios de aficionados al fitness, permite cambiar el cuerpo ganando fuerza y condición cardiovascular en apenas 4 meses. Entre otras dudas, me pregunto cómo coordinarlo con mis otras actividades físicas (los entrenamientos de Pakua dos veces a la semana también pueden ser muy intensos a veces), y eso puede ocurrir cuando aún no esté recuperado de una sesión de Freeletics. Según la empresa y los testimonios de quienes lo practican los entrenamientos son muy demandantes, de una intensidad tal que requieren determinación para no abandonar.

Está claro que tengo un nuevo objetivo: ganar fuerza para mejorar en la práctica de artes marciales, desarrollar un control corporal que me permita intentar algunas de las acrobacias de los videos, y a través de todo esto explotar las potencialidades de mi cuerpo sin explotarlo literalmente.