La única verdad es la incertidumbre (I)


Hace tres años me invitaron a participar de un seminario sobre la verdad en la Facultad de Ciencias de la Educación (UNER). ¡Claramente esos profesores no discriminan e invitan a cualquiera! Leandro, Franco, Alexis, Juan, Gustavo: gracias por ser como son. En aquel entonces me entusiasmé. Estuvo buena la experiencia pero no quedé muy conforme con mi presentación oral, que fue enredada y confusa. De todos modos dio como fruto un escrito largo con algunas opiniones sobre ciencia, tecnología y educación, muy util para mi mismo, porque a veces uno cree que tiene ideas fuertes y bien entrelazadas sobre un tema y en esa instancia de escribir descubre las lagunas, huecos y sinsentidos de lo que creía saber. Desde aquel entonces pensé en revisar y reformular aquel texto para publicar en este blog, y acá va la primera entrega. No esperen conclusiones claras, ni un desarrollo del todo lógico, tengan en cuenta que no son más que divagaciones medianamente elaboradas y con excesos de pretensión crítica. No se cuántas partes quedarán.

Aclaración

Mis reflexiones están construidas desde lo que sería una "visión del usuario", a partir de mis experiencias laborales como ingeniero y docente, sumadas a algunas lecturas. Estoy muy lejos de ser un epistemólogo, y ni siquiera he leido autores que son importantes en este campo. Sin embargo, me animo a compartir estos puntos de vista porque coincido con la idea de que los no-expertos también podemos contribuir a la construcción de conocimiento.

Mi expectativa es cuestionar algunas perspectivas demasiado idealizadas acerca de estos temas, que se dan justamente en los ámbitos en que he trabajado o que están muy presentes en el imaginario social, y traer a un primer plano problemas de las actividades que realizan científicos, tecnólogos y educadores, para evitar que el conocimiento científico y la tecnología se encumbren como ídolos indiscutibles, sin que esto implique abogar por algun tipo de fundamentalismo religioso o proyecto irracionalista.

División y fusión

Las tareas de investigación pura y de desarrollo de tecnología están relacionadas y se necesitan mutuamente, pero en los libros y en los discursos suelen aparecer por separado.

Study science, love science, use science

En general las ideas más difundidas y discutidas sobre el conocimiento se refieren a las ciencias "puras", es decir aquellas que se ocupan de descubrir cómo es el universo, cómo funcionan la naturaleza y las sociedades humanas, etc. En ellas se utilizan diferentes formas de construir conocimientos, cuyas reglas y métodos son materia de estudio para los epistemólogos. De analizar la práctica de la investigación surge la formalización del conjunto de acciones y pasos que la integran. Comunmente se habla de "un método científico" pero en realidad no hay un solo método universal, sino que hay diferencias de acuerdo -como mínimo-al campo de estudio (no es lo mismo investigar en física que en historia).

El desarrollo de tecnologías o las ciencias aplicadas (que son los viejos oficios pero profesionalizados, y que podemos llamar ciencias del diseño) tienen particularidades, ya que su objetivo no es comprender el mundo sino operar sobre él, mediante la creación o modificación de procesos o instrumentos que tienen un efecto tangible sobre su entorno.

Esta diferenciación no implica una independencia total dado que las ciencias básicas requieren de tecnologías más sofisticadas para permitir la realización de experimentos, mientras que el descubrimiento de las leyes naturales y la sofisticación en el conocimiento de los materiales y sus interacciones (mecánicas, eléctricas, magnéticas, etc) retroalimentan el desarrollo de las ciencias del diseño.

Realidad

Los científicos y docentes que conozco son realistas duros, que asumen la existencia de una realidad objetiva, independiente de la percepción y de los deseos de los seres humanos. Probablemente todos creen que la realidad es tal cual la registramos con nuestros equipos. Los instrumentos muestran lineas que se dibujan en el monitor o números en el panel frontal de un instrumento, y a través de ellos ven proteinas cambiando de forma, iones que se desplazan a través de una membrana, impulsos nerviosos que provocan contracciones musculares. Al entrenarse en la interpretación de estas observaciones, que repiten con modificaciones una y otra vez, solidifican su confianza en las teorías que sustentan su comprensión del objeto de estudio. Tras decenas de experimentos en que se registran formas que en promedio se parecen, la atención se centra en interpretar esos datos y asumen que la forma en que se obtuvieron y el significado que se les otorgó ya no están en duda (es una restricción necesaria para poder avanzar, ya que si permanentemente dudan de sus registros nunca podrían sacar ninguna conclusión). Los resultados de distintos experimentos realzan la comprensión de los fenómenos y permiten entenderlos con mayor detalle, y en muchos casos ensayar predicciones. Lo que inicialmente eran secuencias de números, manchas en una imagen, trazos borrosos, se constituyen en una película con actores que van y vienen siguiendo un libreto cada vez mejor definido. La familiaridad con el entretejido de resultados obtenidos permite solidificar la comprensión adquirida. En lo que Kuhn llama un período de ciencia normal se va desarrollando progresivamente el conocimiento mediante teorías y experimentos que se sostienen unos a otros y son cada vez más explicativos. Lo que se registra es lo que existe en realidad, hay correspondencia entre sus afirmaciones y la estructura del objeto de estudio. No hay solamente una correlación, un paralelismo, una analogía entre las leyes construidas a partir del análisis de los resultados y la realidad, sino que la ley es la realidad y viceversa.

Ver lo que es

De acuerdo a lo que se investiga, la realidad culmina siendo descripta mediante esquemas, ecuaciones, modelos, analogías, fotografías, registros temporales de la evolución de distintas variables, reglas, tablas de probabilidades, etc. ¿Puede un sistema con tantas interrelaciones y una estructura tan compleja ser representado de manera especular (y espectacular) con estas herramientas cognitivas?

Técnicas para amasar la realidad

En las ciencias experimentales, los experimentos se diseñan para obtener información útil sobre un proceso. Para ello se establecen condiciones de manera que la variación controlada de un solo parámetro sea el que provoca los cambios que se pueden registrar con los instrumentos de medición. Por ejemplo, se registra la diferencia de potencial eléctrico entre el interior y el exterior de una célula, manteniéndola inmersa en una solución que la mantiene con vida, pero siempre con el mismo pH, las mismas concentraciones de glucosa, bicarbonato, etc. De este modo se puede investigar, por ejemplo, cómo responde el potencial a cambios en la temperatura, sabiendo que los cambios no pueden deberse a otras variaciones (por ejemplo diferencias en el contenido del líquido que baña a la célula) ya que todos los otros factores son constantes. Es importante advertir que se supone que no hay factores significativos que hayan sido despreciados; de algún modo, el entendimiento previo del fenómeno que se estudia sería suficiente como para explorar el universo de variables involucradas, aún antes de comprenderlo completamente. La información obtenida se analiza en busca de relaciones entre la variable testeada y distintos parámetros del registro, con el propósito de encontrar correlaciones y causalidades. Al hacerlo, es frecuente encontrar que los resultados experimentales se alejan mucho de lo esperado, por lo cual existen técnicas estadísticas para despreciar esos datos que se consideran anómalos, y que dificultarían las conclusiones. Es razonable eliminar aquello que obstruye el camino, porque es necesario avanzar, pero ¿cómo saber si realmente se trató de un error o de la expresión infrecuente de un personaje secundario que también es parte de la trama? Sea como sea, aunque subsistan sombras y errores, la experiencia muestra que el saber se incrementa aún cuando pueda ser incompleto o parcialmente erroneo. De todos modos, me resulta extraño suponer que el grado de conocimiento alcanzado refleje la estructura de la realidad, algo que no parece sucederle a los expertos (obviamente que saben que su comprensión tiene límites que demarcan lo aún desconocido, pero me da la impresión de que no advierten con tanta claridad que lo que consideran conocido puede ser realmente erroneo).

Un mundo invisible

Si un fenómeno ocurre tiene una o varias causas y distintos efectos, y no tiene mucho sentido realizar suposiciones que resulten irracionales a la luz de nuestros saberes actuales. Esto es así porque se pretende cierta eficiencia en el proceso de develar lo desconocido. En las ciencias experimentales se realizan ensayos de distintos tipos para ver el mismo fenómeno con diferentes técnicas, lo cual puede ofrecer información nueva o solidificar una afirmación. Si el planteo de un experimento fuera caótico los resultados no permitirían concluir nada. Pero entonces hay un marco teórico a la luz del cual se proponen los experimentos y se interpretan los resultados. Si hay que describir los mecanismos que limitan la concentración de calcio en el citoplasma de una célula cardíaca cuando llega un impulso nervioso, una explicación relacionada con las fuerzas sutiles del lado oscuro, la fuerza gravitatoria que ejercen los astros o la memoria cuántica de la flecha del tiempo sería impublicable, salvo en revistas de dudosa calidad científica (aunque algún día puede ser que descubramos que la fuerza gravitatoria sí ejerce algún efecto sobre este fenómeno). Se supone también que la naturaleza funciona con regularidad, es decir que -por ejemplo- un canal de calcio tiene siempre la misma evolución temporal cuando interactúa con un ion en condiciones semejantes y hay ciertas limitaciones en cuanto a las variables a las cuales podemos atribuir participación en el fenómeno, de acuerdo al conocimiento actual.

No hay en este esquema de trabajo lugar para afirmaciones relativistas extremas, tales como que es válida cualquier interpretación laxa de los resultados obtenidos. Primero por la suposición de que la naturaleza funciona de alguna forma coherente y regular (incluyendo los fenómenos probabilísticos y caóticos que también presentan rasgos de coherencia y regularidad), y segundo por la evaluación a la que es sometida la investigación y de la cual depende su aceptación y posibilidad de continuidad. Si bien los científicos deberían saber que las teorías tienen diverso grado de aproximación a la realidad, que lo establecido está sometido a cambios, y se entiende que los modelos descriptivos o explicativos pueden mejorarse, enuncian lo que saben con tal grado de confianza que estas salvedades tienen restringido el ingreso en las oficinas de migraciones que redactan sus discursos.

Surprise!

Los jueces de esta verdad son los pares, principalmente los revisores de los artículos que aparecen en las revistas especializadas y también los evaluadores en las instituciones que otorgan el presupuesto para continuar las investigaciones. Cuando un artículo es rechazado o cuando se pierde un subsidio a veces se duda sobre la imparcialidad o la pericia de los evaluadores antes que de la debilidad de los propios argumentos, al fin y al cabo la investigación es una actividad realizada en el marco de las relaciones sociales, y la competencia, la deslealtad y otros atributos del carácter humano presentes en el resto de nuestras actividades también se expresan en estos ámbitos.

To be continued...