De vuelta al colegio de BJJ


Estoy de vuelta en mi ciudad natal, ahora con tiempo y energías para tener una vida por fuera del trabajo. Esporádicamente retomé la rutina recomendada en el Reddit de BodyWeightFitness, que comenté en un post anterior, pero sin lograr suficiente continuidad. Ahora lo que compite por la utilización de mi tiempo flexible es la pila de ocupaciones y aficiones que reemplazaron al extractor de energía vital que es el trabajo con horario de oficina. Debería estar entrenando más, pero aunque racionalmente comprendo la importancia de hacer ejercicio me cuesta poner el cuerpo a la obra.

Fue así que decidí comprometerme con una actividad con horario fijo, por más que rehuyo de todo tipo de obligaciones horarias. Después de dos años de inactividad marcial volví a entrenar en Jiu Jitsu Brasileño (BJJ) en una academia local (a metros de las 5 esquinas, en Paraná, gracias a la insistencia de mi nunca tan bien ponderado amigo personal multitarea el Gabi, que también me asiste en reparaciones hogareñas, labores de herrería y carpintería, contratataciones al 0800-elGabi). Hasta ahora fui a tres clases y estoy contento. Los alumnos son respetuosos y nadie se excedió en los intentos de estrangularme o dislocarme las articulaciones, lo cual es un gran punto a favor. La clave es el profesor, que además de explicar bien promueve un ambiente de camaradería y el cuidado de todos (en la academia de La Plata también pasaba lo mismo). No continuaría yendo si la atmósfera fuese agresiva o ultra-competitiva. Aún faltan repetir más encuentros para conocer al resto de los alumnos y continuar rompiendo el hielo, pero estamos en camino.

Caballerosidad en el tatami

La clase de BJJ comienza con ejercicios para entrar en calor, fortalecer el cuerpo, ensayar movimientos de utilidad en el combate y lograr flexibilidad. Hay sentadillas, flexiones, saltos, caidas, caminatas en el piso, movimientos de la cadera, del cuello, etc. El ritmo (que queda fijado porque se cuenta en voz alta el número de repeticiones) me resulta excesivo porque compromete la adecuada forma de ejecución del ejercicio, así que cuando lo necesito me separo del ritmo marcado y continúo más lento o directamente descanso. Termino esta parte con la boca seca e inmediatamente pido permiso para tomar agua.

Después vienen drills, que ya son ejercicios propios del BJJ en los que se ensaya repetidamente una serie de movimientos que constituyen un ataque, o un escape, o algo de utilidad durante una lucha. Pueden ser simples, ir de un lado al otro de un compañero que se encuentra de espaldas al suelo, hasta más complejos en los que hay una serie de movimientos en secuencia desde una posición inicial desfavorable hasta otra posición mejor. En el video pueden ver algunos pocos ejemplos.

Simplificando un poco la realidad puede afirmarse que existen seis posiciones principales en las que se encuentran los contendientes durante un match de BJJ. El tiempo de la lucha se divide entre los momentos en que las mismas se van desarrollando y los momentos de transición entre ellas. En cada una de las siguientes posiciones, ambos contendientes viven distinta realidad: uno se encuentra en posición más dominante, tiene a disposición mayores posibilidades de ataque para concluir la pelea y está relativamente más a salvo mientras que el otro tiene posibilidades más limitadas y debe trabajar para salir de la situación de peligro. Las posiciones son:

  • Guardia (puede ser cerrada, abierta o media)
  • Control lateral, side control, 100 kilos
  • Montada a la espalda, rear mount
  • Montada, mount
  • Montada de rodilla, knee mount, rodilla al estómago
  • Tortuga

Salvo en la guardia, en el resto de las posiciones la persona que está encima es la que corre con ventaja y trata de mejorar aún más su posición (ya que hay una jerarquía, por ejemplo la montada a la espalda es más dominante que el control lateral) o directamente trata de finalizar a su adversario mediante un estrangulamiento o una llave. Este último se debe defender y tratar de mejorar su posición, mediante técnicas de barrido para quitarle la posición ventajosa al atacante. En la siguiente imagen, la luchadora de blanco domina a la que viste de azul.

Dura lucha

Para un principiante es bastante difícil identificar en cada momento la situación en la que está, y encontrar opciones de movimiento, sobre todo porque nadie permanece estático, vuelan brazos, piernas, caderas, hombros, cuellos hacia uno y otro lado, y uno no sabe si agarrar una pierna contraria, cerrar con un brazo el acceso al cuello, buscar un brazo para aplicar una llave, mover la cadera para facilitar un posible escape, etc. Las opciones son enormes por más que cada contendiente tiene como máximo un cuerpo con dos brazos y dos piernas. Igual que en el ajedrez, con un número limitado de piezas se pueden desarrollar infinidad de alternativas de movimientos.

El aprendizaje del BJJ constituye un gran reto para los principiantes. Hay una alta tasa de deserción en las primeras etapas de práctica. Yo creo que no está suficientemente desarrollado el método de enseñanza, por más que actualmente es un arte marcial muy popular. Una de las ventajas del BJJ es que las luchas entre compañeros se puede realizar sin tener que limitar demasiado las técnicas, ya que no hay golpes. Cuando uno se encuentra en apuros sencillamente le avisa al compañero que se detenga (se le llama tapear) y la pelea se reinicia desde una posición de igualdad. Decía de la dificultad del aprendizaje porque la idea general es que la práctica repetida de luchas llevará al mejoramiento del saber y de la forma de ejecución de las técnicas. Pero como hay infinidad de variantes y el volumen de opciones es tan amplio, lo que pasa al luchar es que uno se pierde, no sabe qué hacer y muchas veces no aplica nada de lo que estuvo practicando un rato antes o en clases anteriores. Más que un luchador de BJJ, uno luce como una marioneta con problemas motores, gobernada por un software escrito sin lógica. Tengo predisposición a interesarme por los problemas de la enseñanza, así que estoy pensando alternativas. Espero sobreponerme a la sensación de que sigo igual de perdido que el primer día, y atravesar el umbral de dificultad cuando decaiga mi entusiasmo inicial. Ya veremos qué sale, mientras tanto invito a todos los lectores a dejar la pantalla y sumarse a una práctica, o al menos, a ejercitar esos gluteos fuera de la silla. :)