Ayer ocurrió el atentado a la sede de la revista Charlie Hebdo, que me afectó bastante. Quizás porque me gusta el humor, y en particular el humor satírico, y porque me resulta completamente absurdo que hayan asesinado a alguien por unos dibujos burlones.
Estuve leyendo artículos para saber más sobre el hecho y sobre las víctimas, y
también recorrí muchos posteos de las redes sociales sobre el tema. Me indignó
particularmente este
artículo
que manifestaba su oposición al slogan de solidaridad que se popularizó en estas
horas (Je suis Charlie vs Je ne suis pas Charlie). El tipo decía que repudiaba
el ataque pero que la revista es intolerante, colonialista y racista, y su
argumentación viraba hacia la denuncia de las acciones terroristas de algunos
estados (Francia, la OTAN, Israel, EEUU) y de la situación opresiva que viven
los musulmanes en Europa. Para mi un repudio del asesinato hecho en estos
términos resulta en una expresión de corrección política vacía puesto que se
asemeja más a la justificación de la acción homicida. (Lamentablemente no
funciona más el enlace en el sitio original, pero lo encontré en este otro
lugar, aunque sin los comentarios).