Hace tres años me invitaron a participar de un seminario sobre la verdad en la
Facultad de Ciencias de la Educación (UNER). ¡Claramente esos profesores no
discriminan e invitan a cualquiera! Leandro, Franco, Alexis, Juan, Gustavo:
gracias por ser como son. En aquel entonces me entusiasmé. Estuvo buena la
experiencia pero no quedé muy conforme con mi presentación oral, que fue
enredada y confusa. De todos modos dio como fruto un escrito largo con algunas
opiniones sobre ciencia, tecnología y educación, muy util para mi mismo, porque
a veces uno cree que tiene ideas fuertes y bien entrelazadas sobre un tema y en
esa instancia de escribir descubre las lagunas, huecos y sinsentidos de lo que
creía saber. Desde aquel entonces pensé en revisar y reformular aquel texto para
publicar en este blog, y acá va la primera entrega. No esperen conclusiones
claras, ni un desarrollo del todo lógico, tengan en cuenta que no son más que
divagaciones medianamente elaboradas y con excesos de pretensión crítica. No se
cuántas partes quedarán.