Como suele suceder la vida se interpuso en el camino de mis intereses y aficiones. En octubre (hace más de tres meses) un problema de salud en la familia absorbió todo mi tiempo y por eso la reconstrucción de la combinada quedó suspendida. Tampoco es que venía a pleno vapor, ya antes de ese accidente me había ganado el hastío y la frustración porque la reparación venía en cámara lenta debido a un desfile de problemas que voy a comentar.
A principios de septiembre había terminado de pintar la estructura, con una combinación de colores que el Gabi considera un horror, en particular por el anaranjado. Llevé el eje (en esta zona del mundo, por algún motivo que desconozco, a esta pieza rotativa le llaman “el muñeco”) a AFIPAR, un negocio donde afilan cuchillas y venden máquinas de carpintería. Ya había ido en la época en que andaba averiguando para decidir si compraba una combinada antigua o no, y me habían atendido bien. Allí me recomendaron que lleve el muñeco a una tornería para cambiarle las poleas. El aluminio del cual estaban hechas se veía gastadísimo, me recomendaron que las cambie por unas de hierro. De paso podrían aflojarle el mandril del taladro horizontal que estaba sujeto de algún modo a la punta (¿a presión?) y también revisar los rulemanes (también conocidos en otras latitudes como bolilleros, ball bearings, cojinetes, etc).
Fui a la tornería un montón de veces, porque se ve que este pequeño trabajo era insignificante, y no merecía un puntaje suficiente en la escala de urgencias. Lo bueno es que lograron sacar el mandril que estaba sólo atornillado (otra posibilidad era que estuviese fijado a presión), y según me dijeron los rulemanes estaban en buen estado, así que no había necesidad de cambiarlos. Pero igual tuve que ir y volver varias veces no solo porque el trabajo se demoraba sino porque cuando finalmente traje el eje listo para reinstalar, el tornillo de fijación que le habían puesto a la polea chocaba con la estructura e impedía el giro del muñeco (la polea no era idéntica a la antigua). Hubo que tener paciencia nomás, tras un par de viajes más, y sin cobrarme extra, tuve el eje de vuelta en casa. Lamento no haber sacado fotos en ese mega-taller por la cantidad de tornos y otras maquinarias que por su tamaño seguro descienden de los Titanosaurios que habitaron antiguamente la Argentina. En este trajinar se consumieron un par de semanas.
Luego el motor empezó a tener problemas para arrancar. Sin carga andaba, pero cuando le conectaba las correas se clavaba. Quizás estas correas quedaron más tirantes que antes y forzaban el arranque, pero las aflojé e igual seguía igual. Tras algunas pruebas el motor falló, y se despidió con una breve humareda. PMQLRMP. Alcancé a tirar del enchufe rápido, por eso no hubo más humo. Todavía tengo pendiente instalar un panel de control con un switch de encendido sobre la combinada.
El motor es de 3 HP = 2200 W aprox (lo que equivale a una carga de 10.2 A, supongo que la térmica debería ser de 15A para que no salte durante un uso continuo). Es super pesado, dificil de manipular, por ejemplo para atornillarlo y desatornillarlo de la estructura metálica. Me demoré un tiempo en acarrear el motor a un técnico, ya era fin de noviembre. Por suerte lo reparó rápido y por poca plata. Me dijo que sólo había fallado la plaqueta (que desconecta el bobinado de arranque luego del encendido) y si bien observó en las bobinas los efectos del principio de incendio, probó el motor varias veces y anduvo bien por lo cual no parecía requerir una reparación mayor (que consistiría en bobinarlo de nuevo, supongo). Lo que me dejó intranquilo es que me comentó que los dos tornillos que le pusieron en la tornería para fijar las poleas quedaron ubicados de un mismo lado, desbalanceando el eje.
Recién en diciembre volví a probar, cuando el Gabi me ayudó a montar de vuelta el motor en la máquina. Nos pegamos un susto garrafal. Encendimos el motor y anduvo bien, enganchado con las correas al muñeco. La emoción vino cuando intentamos cepillar una madera, empezó a escucharse un ruido raro y a los pocos instantes un golpe fuerte, y de vuelta a correr a desenchufarlo. Vino una vecina a ver si nos había pasado algo, angustiada por el ruido explosivo que escuchó desde su negocio, a unos metros del garage donde está alojada la máquina diabólica. Resulta que se había zafado una de las tres cuchillas, y -sólo por suerte- impactó sobre la puerta metálica del garage. Nos dimos cuenta al encontrar la cuchilla en el suelo, porque hasta ese momento no sabíamos de dónde había salido el ruido y qué había sucedido. Menos mal que ni el Gabi ni yo estábamos interpuestos en su trayectoria alada, porque nos partía al medio. Alto susto, pienso en lo que pudo haber pasado y me angustio.
Busqué información e hice preguntas a carpinteros expertos en sus canales de YouTube, hasta que me armé de valor para continuar con la empresa. Gracias a Gregorio Marino del canal Haciendo Viruta:
Esto le pregunté:
Diego Efe: Hola Gregorio, muchas gracias por el video. Tengo esta pregunta: cómo me aseguro de que la cuchilla queda bien fija y no se va a aflojar con el funcionamiento? Hay algún modo de saber si los tornillos que la sujetan están haciendo fuerza suficiente?
Hagamos Viruta: los tornillos ajustan al revez o sea cuando aflojas se ajustan una vez firmes es dificil que se salga una cuchilla mientras anda por que la velocidad la empuja para adentro , yo nunca vi salirse una cuchilla , y espero no verlo jamas jajja un abrazo.
Y gracias a Miguel del canal Artesanía Almería design:
Acá la pregunta y su respuesta:
Diego Efe: Muy útil el video, muchas gracias Miguel. Te quería preguntar si conocés alguna forma de asegurar que la cuchilla no se va a aflojar durante el uso, cómo puedo saber si los tornillos de sujección están ejerciendo suficiente presión? No se qué tanto ajustarlos… Saludos desde Argentina!
Artesania Almeria design: Gracias por tu comentario, los tornillos hay que apretarlos bien, pero sin exageraciones, ya que podrías pasar la rosca y para sacarlos es un problema, es muy dificil que una cuchilla pueda escaparse, ya que si te fijas, donde encaja la cuchilla no es recto sino en forma de cuña, con lo que dejando los tornillos con un poco de presión ya es imposible que se escapen las cuchillas, de todos modos, en esa máquina toda la precaución y atención puestas en las manos, espero haberte servido de ayuda, saludos.
Tratando de deducir qué sucedió llegué a esta conclusión. Meses antes yo había estado tratando de calibrar la altura de las cuchillas, y parece que dejé todo a medias. Cuando me puse a probar la máquina no volví a chequear el ajuste de los contrahierros que sujetan las cuchillas. Además estaban tan gastadas que tenían muy poca superficie para ser sujetadas.
La nueva prueba recién la hice después de comprar cuchillas nuevas (que también demoraron en llegar, no son de la medida que habitualmente traen). Cuando llegaron y fui a buscarlas, pude comparar con las viejas. Estas últimas tienen apenas un tercio de la altura original (debían tener 30 mm y tenían apenas unos 10, es decir que las gastaron de tanto reafilarlas).
La colocación de las cuchillas nuevas me dejó intranquilo, porque me parecía que quedaban salidas en exceso.
Esta foto está medio borrosa pero muestra el estado general de la máquina ya armada, con las mesas instaladas y un poco de viruta lograda con las cuchillas mal puestas.
Efectivamente en la casa de afilados me dijeron que las cuchillas deben sobresalir muy poco del eje, y me mostraron una garlopa con la disposición correcta. El problema es que el eje de mi combinada queda demasiado hundido entre las dos mesas, aún en la posición más baja de estas últimas. Entre las fotos y videos que saqué ni bien recibí la máquina encontré un par donde se pueden ver las cuchillas sobresaliendo bastante. El eje estaba apoyado directamente, sin suplementos, sobre la estructura y las mesas estaban elevadas. Creo que la usaban sin demasiadas consideraciones de seguridad. En la siguiente imagen se alcanza a ver el eje pero la mugre oculta si el apoyo del eje es directo sobre la estructura:
Una vista semejante luego de la limpieza, y la comprobación de que el eje no está elevado sino que apoya directamente. Como curiosidad, la pieza en ángulo sostenida con un tornillo era un arreglo casero para que no se levante el rodillo de arrastre, lo saqué y todavía no verifiqué cómo voy a solucionarlo yo. De costado se alcanza a ver la cuchilla, que sobresale unos 3 a 5 mm por encima del contrahierro y del eje:
A continuación otra vista de cómo estaban puestas las cuchillas. Apenas puede verse, pero la base del bisel que debería estar al ras del muñeco está claramente sobresaliendo:
Para acercar el eje a las camas tuve que colocarle planchuelas de 5 mm por debajo, para así elevarlo y dejarlo cerca del borde de las mesas.
En el interín de todo este despelote tuve la previsión de no demorarme y comprar una base magnética y un reloj comparador (capaz de discernir la ubicación del borde de un objeto con décimas de micrones, es decir 0.01 mm), así que disponía de estos elementos para ponerme manos a la obra con la calibración. Había visto videos en que usaban este reloj comparador (o un calibre) para determinar la altura de las cuchillas, aunque el método más popular, por lejos, es el de medir el desplazamiento de una maderita o un straight edge cuando cada cuchilla atraviesa la luz entre la mesa fija y la mesa movil. Yo hice un mix usando la maderita y el reloj. Acá uno de los videos con el método de la maderita y un ganchito para levantar la cuchilla:
Para hacer el ajuste procedí del siguiente modo, todo esto obviamente con la máquina desenchufada (pienso grabar un video en algún momento porque es dificil y largo de explicar con todos los detalles):
- Primero verifiqué que la base de la estructura metálica esté aproximadamente horizontal.
- Luego me fijé con el mismo nivel que el muñeco ubique la burbuja en el mismo lugar, de modo que el eje quede paralelo a la base.
- Después ajusté la inclinación de la mesa fija para que tenga también la misma inclinación. Y finalmente lo mismo con la mesa movil. Esto es laborioso porque la estructura no tiene sistema de ajuste, y entonces hay que ir probando con suplementos de distintas alturas (chapitas, arandelas, planchuelas) en distintos lugares.
- Calibré una de las cuchillas para que en un extremo arrastrara una maderita unos 7 mm y luego en el otro extremo hice lo mismo, levantando la cuchilla mediante un ganchito improvisado (muy incómodo) y bajándola con golpecitos de una madera o presionando hacia abajo con cuidado directamente con los dedos. Siendo tan rudimentario el ajuste es muy facil excederse y entrar en un ciclo interminable de ajustes hacia arriba y abajo.
- Comprobé con el reloj comparador a qué altura quedaba la cuchilla sobre el primer extremo. Después pasé a la cuchilla siguiente, pero encontré que el contrahierro (la pieza que sujeta la cuchilla en su lugar) estaba demasiado alto y por sí solo ya tenía la altura que debía medir el reloj comparador. Entonces verifiqué cuál era la cuchilla con el contrahierro más salido y ajusté la cuchilla correspondiente apenas por encima de ese contrahierro. Con esto perdí la calibración de la cuchilla que había hecho antes.
- Ajusté la altura de la misma cuchilla pero del otro lado, para arrastrar la maderita la misma cantidad de milímetros, como hice antes. En vez de arrastrar 7 mm como me lo ví en el video anterior, arrastró la maderita unos 15 mm, pero ya estaba repodrido de lidiar con esta tarea y continué. Antes de seguir verifiqué que las otras dos cuchillas dispusieran de espacio por encima del contrahierro para llegar a la altura fijada por la cuchilla recientemente ajustada.
- Medí con el reloj la altura de la cuchilla de referencia en uno de sus extremos y traté de reproducir esta misma altura en las otras dos cuchillas, en el mismo lugar. Es una pesadilla porque hay que dejar los tornillos lo suficientemente flojos como para que al golpear la cuchilla ésta baje controladamente. Son cuatro tornillos en el contrahierro de cada cuchilla. El más cercano al lugar de ajuste debe estar bien flojo y los otros sucesivamente menos flojos a medida que aumenta la distancia (el más lejano actúa de pivot, pero algo hay que aflojarlo sino la cuchilla no se mueve).
- Al encontrar la altura justa el procedimiento no termina, porque al ajustar los cuatro tornillos la cuchilla se mueve de vuelta. Finalmente descubrí que el cambio de altura al pasar de tornillos flojos a ajustados era de 0.2 mm, así que tuve esto en cuenta al intentar ajustar la altura por enésima vez. Finalmente las tres cuchillas quedaron parejas, con una divergencia de alturas en el orden de los 0.05 mm (desconfío de tan alta precisión, ¡pero es lo que decía el instrumento!).
Para ver los resultados cepillé una cara de un tirante de eucaliptus de 1” x 4”. Le di un par de pasadas y quedó bastante bien. Me vendría bárbaro hacer lo mismo en el taller de alguien que me pueda mostrar qué tanta vibración es esperable y admisible al pasar la madera. Tengo dudas con esto, y por eso no canto aún victoria. Y también porque cuando desenchufé la máquina vi que una de las tres patitas del enchufe estaba chamuscada en una punta, señal de que circuló mucha corriente en un momento. Creo que fue al enchufarla, porque vi el destello de una chispa. Será indispensable instalar un interruptor adecuado (busqué online y no encontré nada) y una llave térmica antes de continuar esta aventura.
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